En la entrega anterior vimos plantas medicinales útiles contra la obesidad y el sobrepeso, aquellas que actúan sobre el sistema neuronal provocando la ausencia de apetito, o anorexia, y aquellas otras que impiden la transformación de lípidos en ácidos grasos que se incorporan y absorben por el organismo.

Hoy veremos dos grupos de plantas útiles contra la formación de grasa en el organismo: plantas medicinales que inhiben la síntesis de lípidos, como el té verde o el arándano rojo y aquellas que indirectamente destruyen las grasas (Quemagrasas), o lipolíticas, ya sea mediante un aumento sustancial de la energía, y el consiguiente consumo de grasa, como la guindilla o el espino amarillo, o mediante oxidación lipídica, como el granado.

Plantas que inhiben la síntesis de lípidos

En el artículo anterior comentamos las características de una planta tan importante como el Tamarindo malabar o Garcinia cambogia, pero existen otras plantas de probada eficacia que actúan inhibiendo la síntesis de lípidos e impidiendo que los lípidos ingeridos se conviertan en ácidos grasos y pasen a formar parte de las grasas almacenadas por el organismo. Entre ellas podemos contar con algunas de significativos efectos antiobesogénicos como son:

Té verde (Camelia sinensis)

• Sus hojas se recogen frescas y después de someterse al secado, se prensan, enrollan, trituran y finalmente se secan para evitar su fermentación.

• Muchos autores sostienen que la clave de los efectos beneficiosos los produce la actuación sinérgica de las catequinas y la cafeína presentes en las hojas.
• Entre los beneficios que otorgan hoy en día al Té verde se encuentran: su perfil lipídico, disminución del índice cintura-cadera y de la grasa corporal total, mejorando de manera general el riesgo cardiovascular y el síndrome metabólico.
• Como se ha comentado, en el Té verde se da una circunstancia excepcional que justifica su efecto antiobesidad, cual es la sinergia existente entre la cafeína y las catequinas presentes en el mismo, combinación que ejerce un efecto de oxidación de ácidos grasos superior a los dos componentes por separado
• Administración:
  • La EMA (Agencia Europea de Medicamentos) lo recomienda en dosis de 1,8 – 2,2 g por taza 3-5 veces al día.
  • El té no se debe dejar en infusión más de tres minutos, porque a partir de ese momento se incorporan los taninos al preparado y se reducen los efectos de los principios activos beneficiosos que buscamos.

Arándo rojo americano (Vaccinium angustifolium)

• Arándo rojo americano (Vaccinium angustifolium), según algunos estudios, su `polvo seco es muy rico en antocianósidos, como todos los de su misma especie, pero en este caso, el componente fenólico mayoritario es el ácido clorogénico. El ácido clorogénico mejora el metabolismo lipídico y promueve la pérdida de peso mediante la reducción de la síntesis de la grasa visceral, colesterol y ácidos grasos. Además, regula la distribución de las grasas corporales e incrementa la utilización de los ácidos grasos para obtener energía.
• Administración:
  • La administración de zumo de arándano americano debe contener un 25-100% de jugo de la planta debe ser de 240-750 g/día, en 2-3 dosis. Esto a priori no es fácil de conseguir, por lo que tendremos que recurrir al extracto.
  • Extracto seco o concentrado del jugo: 200-500 mg dos veces al día.
  • Esta planta la volveremos a ver cuando hablemos de las plantas con efectos antiinflamatorios.

Plantas que activan la lipólisis «Quemagrasas»

La lipólisis es el mecanismo puesto en marcha por el organismo para degradar las grasas.

Contamos con tres plantas medicinales fundamentales para realizar esta función:

Pimiento picante o guindilla (Capsicum anuum)

• Pimiento picante o guindilla (Capsicum anuum) Se han publicado innumerables estudios sobre el aumento del consumo energético del pimiento.
• Su principio activo es la capsaicina, capaz de aumentar la expresión de las proteínas lipídicas y la lipasa, resultando un aumento del consumo de energía con paralelo aumento de la oxidación de lípidos.
• El extracto metanólico de Capsicum ha sido estudiado con frecuencia, demostrando inhibir la diferenciación hacia adipocitos maduros y la consiguiente acumulación de lípidos.

Granado (Punica granatum)

• Granado (Punica granatum). Son abundantes los estudios sobre sus efectos reductores de peso y de lípidos en sangre
• El zumo obtenido tanto de los arilos de las semillas como del fruto entero ha mostrado una fuerte actividad antioxidante, debida principalmente a los taninos hidrolizables y en especial a la punicalagina, cuando se trata del zumo de fruto entero. Esta actividad es mucho mayor que la de otros productos vegetales ricos en antioxidantes como el vino tinto, zumos de frutos rojos, los cítricos y el té.
• Los polifenoles del zumo de granada inhiben la oxidación de las lipoproteínas de bajo peso molecular (LDL) y en consecuencia la formación de células espumosas y, por tanto, la aterogénesis.

Espino amarillo (Hippophae rhamnoides)

• Espino amarillo (Hippophae rhamnoides). La pentametil quercetina es el principio activo responsable de los efectos sobre los adipocitos, Este flavonol aumenta la producción de adiponectina y rebaja la secreción de citocinas proinflamatorias.
• Esta planta regula el metabolismo energético del organismo, estimulando la oxidación de los ácidos grasos, reduce los triglicéridos plasmáticos y mejora el metabolismo de la glucosa.
• Podremos administrarla de dos maneras:
  • Infusión: 40-50 g de frutos frescos por litro. Infundir 30 minutos, dos o tres tazas al día. En el caso de que elijamos la decocción ésta se realizará durante 10 minutos en la misma proporción.
  • Jarabe (15% de extracto fluido): 2 o 3 cucharadas soperas al día.

Para información específica y amplia de las plantas medicinales y estudios científicos, consultar en www.fitoterapia.net, www.pubmed o www.crochane.es