En un artículo anterior vimos en qué consiste la celulitis. No estará de más profundizar en sus causas antes de estudiar los tratamientos para combatirla.

Causas de la aparición de la celulitis: Factores no controlables

Hormonales.

• La celulitis se manifiesta en un porcentaje muy elevado de las mujeres. Esto es debido tanto a la progesterona como a los estrógenos.
• La progesterona potencia la acumulación de grasas, mientras que los estrógenos favorecen la retención de líquidos.
• Las etapas críticas que favorecen el desarrollo de la celulitis son la adolescencia, el periodo premenstrual, el embarazo y la menopausia, donde estas hormonas van oscilando de manera significativa.
• El uso de anticonceptivos orales también puede favorecer la aparición de esta afección estética.

Genéticos. 

• Es frecuente heredar la propensión a padecer celulitis, por ello, puede aparecer celulitis en personas sin sobrepeso. Se han visto diferencias significativas entre razas.

Metabólicos. 

• Enfermedades que afectan al drenaje linfático así como a la circulación pueden predisponer a sufrir la celulitis. La diabetes y la obesidad son los ejemplos más característicos.

Factores fácilmente controlables

Dietéticos. 

• Los malos hábitos alimenticios pueden provocar una eliminación deficiente de lípidos, prótidos y glúcidos, además de trastornos digestivos que implican una mala eliminación de desechos y toxinas.

• No llevar una dieta equilibrada, el abuso de glúcidos y lípidos influye en la formación y control de la celulitis. Debe evitarse la ingesta excesiva de alimentos precocinados (fast food), alimentos ricos en azúcares, bebidas alcohólicas, sal, etc.

Sociales o estilo de vida. 

• La falta de ejercicio físico y el sedentarismo es un factor clave que favorece la aparición de celulitis. Deben evitarse actividades que dificulten la circulación, como por ejemplo estar sentado, de pie o en la misma posición por periodos largos.

También pueden desencadenar el proceso celulítico hábitos que afectan en mayor o menor grado la circulación, como el uso de tacones altos y finos, uso de ropa muy ajustada, consumo de tabaco, etc.

Psicológicos. 

• Situaciones como la depresión, estrés, cansancio, ansiedad, trastornos afectivos, trastornos del sueño, etc., pueden favorecer el desarrollo de celulitis.

Ya conocemos las plantas medicinales útiles para combatir la celulitis. Ahora conozcamos las tres terapias habituales:

1. Etiológica
2. Fisiopatológica
3. Lesional

Terapia etiológica

Consiste en la eliminación de las causas que generan la celulitis. Uno de los factores de riesgo más importantes es la bebida.

Por tanto será necesario eliminar totalmente el alcohol y todo tipo de bebidas azucaradas, ya que concretamente las bebidas alcohólicas tienen una acción directa sobre los vasos como agente vasodilatador, por lo que deberemos tener un especial cuidado con la ingesta de este tipo de bebidas.

Otro aspecto muy importante es el mantenimiento de una actividad física moderada pero constante, hacer ejercicio adecuado de manera habitual, andar, nadar o ciclismo.

Tratamiento fisiopatológico

Es en el que nos centraremos, dada nuestra predilección por la medicina natural no invasiva.

El tratamiento fisiopatológico actúa sobre el mecanismo que produce la enfermedad, en este caso el mecanismo es la propia celulitis. Ya sabemos que es un encharcamiento progresivo, un trastorno circulatorio localizado.

El primer objetivo a conseguir es  reducir la viscosidad del líquido. Hay un exceso de líquido acumulado que tenemos que eliminar, pero, al ser viscoso, es muy difícil de extraer.

Hay diferentes métodos para reducir esta viscosidad: Introducción de enzimas mucopolisacaridasas o plantas que tengan capacidad para disgregar la grasa, como, por ejemplo, la hiedra.

Estas sustancias hacen que las partículas que se encuentran dentro de este líquido viscoso, disminuyan su tamaño y, por tanto, el líquido quede más diluido.

A continuación, procederemos a sacar el líquido y, para favorecer el drenaje de la zona, aplicaremos un masaje local, tipo drenaje linfático y así empujaremos el líquido hacia todas nuestras salidas naturales, que son las venas y los vasos linfáticos.

También será necesario activar la lipolisis. Obesidad no es celulitis, pero hay una gran relación y es necesario utilizar olantas medicinales para disgregar la grasa.

Por último, trataremos la red fibrosa que ha producido la piel de naranja y los endurecimientos nodulares

Por lo tanto, será necesario normalizarla y eliminarla mediante los métodos siguientes:

a) El masaje

Cada vez tiene una mayor importancia, pero hay que tener en cuenta que el masajista tiene que ser un experto, ya que un masaje mal aplicado puede, incluso, empeorar el cuadro y endurecer aún más la zona.

Su aplicación pone en movimiento los tejidos blandos y los líquidos corporales, activa la circulación sanguínea y actúa especialmente sobre la masa muscular. Al producir el desplazamiento de los distintos planos musculares, el masaje ejerce una acción mecánica importante, capaz de destruir las adherencias de los nódulos celulíticos.

b) La gimnasia pasiva

Este es otro método que puede colaborar en .la lucha contra la celulitis. Este aspecto se trata mediante el método habitual de “estimulador muscular” clásico, es decir, impulsos rectangulares o exponenciales.

También existen aparatos multifunción de gimnasia pasiva con los que se realizan ejercicios de tonificación y movimientos repetitivos.

c) El calor

El calor es, junto con el masaje, un activador de la circulación, no sólo en la fase arterial sino en la fase venosa. Este estímulo circulatorio facilita la consecución del drenaje.

La forma de aplicar calor es a través de sauna y, sobre todo, por bandas de rayos infrarrojos. En general, todo lo que contribuya a la aplicación de calor local ayudará al estímulo circulatorio y, por tanto, a drenar la zona.

Tratamiento lesional

en el que se tratan las lesiones producidas y que se centra fundamentalmente en la eliminación de la grasa incrustada e la fibra por medios mecánicos.

Nos centraremos en el uso de métodos poco invasivos.

Los métodos más habituales son:

1. Los ultrasonidos
2. El láser
3. La mesoterapia
4. La presoterapia
5. La ozonoterpia
6. La electrolipolisis

En nuestra opinión, la liposucción debería quedar totalmente descartada.