1. El envejecimiento cutáneo
El envejecimiento cutáneo es un proceso natural que ocurre de manera lenta pero inexorable según la edad va avanzando y en el cual, la piel sufre una serie de modificaciones que afectarán a sus estructuras en grado diferente, manifestándose mediante arrugas en la piel, surcos o manchas.
En el envejecimiento de la piel influyen factores internos o endógenos, como son los factores genéticos, hormonales o metabólicos, y externos o exógenos fundamentalmente los rayos ultravioleta del sol.
Por supuesto, también influyen factores externos como la contaminación, sustancias químicas y tóxicos en general.
La combinación de todos ellos y la respuesta individual a cada uno, supone que el envejecimiento de cada piel sea diferente en cada persona.
2. Causas del envejecimiento
Para explicar el envejecimiento existen dos teorías, una basada en la genética y la otra basada en los factores ambientales, llamada estocástica.
La primera afirma que el envejecimiento viene dado genéticamente en el ADN celular que determina cuántas veces se multiplican las células y cuando dejan de hacerlo, además influye el acortamiento de los telómeros o protectores de los cromosomas. Sin embargo sí admite que los genes de la longevidad están influídos por factores externos de tipo ambiental.
La segunda teoría afirma que al formarse radicales libres que producen moléculas inestables a su alrededor provocan una oxidación en cadena que los antioxidantes naturales en nuestro cuerpo no son capaces de contrarrestar, lo que provoca el envejecimiento fisiológico.
- Otra causa del envejecimiento está estrechamente ligado a los niveles hormonales del organismo. La disminución de estrógenos y progesterona en la menopausia provoca una disminución en la actividad de los fibroblastos y por tanto una disminución de colágeno y elastina.
- La exposición solar que provoca el fotoenvejecimiento
- Factores como el estrés, la fatiga, el ejercicio físico intenso, el tabaco, el alcohol o la contaminación atmosférica influyen poderosamente en el envejecimiento cutáneo.
Ninguna de las teorías por sí sola puede explicar el proceso de envejecimiento, por lo que está claro que es una combinación de todas ellas.
3. Cosmética antienvejecimiento
La lucha frente al envejecimiento cutáneo se puede plantear bajo dos puntos de vista; en primer lugar con carácter preventivo, retrasando las manifestaciones del envejecimiento de la piel, y por otro lado con carácter reparador, mejorando el estado de una piel envejecida
4. Primero, el tratamiento preventivo
Para realizar un tratamiento que prevenga el envejecimiento, debemos conseguir una buena hidratación de la epidermis, protegerla de los temidos radicales libres y de la radiación solar.
- Extracto de centella asiática que tiene capacidad de regenerar el tejido dérmico, aumentando la vascularización del tejido conjuntivo. Contiene además flavonoides, fitosteroles, aminoácidos y azúcares, estimulando la síntesis de colágeno.
Vitamina C es conocida por su capacidad antioxidante y antirradicales, interviene en la síntesis de colágeno por parte del fibroblasto. Se ha demostrado tambien su efecto protector frente a la radiación UV. Son numerosos los derivados de Vitamina C que se utilizan.
- Ácido pantoténico (vitamina B5), favorece igualmente la estimulación de fibroblastos, y el efecto es mayor cuando se asocia con vitamina C. Es usado en cosmética como emoliente
- Fibronectina tiene capacidad de aumentar el crecimiento celular favoreciendo la epitelización, pero debido a su elevado PM (entre 400-500 kDaltons) no penetra en la epidermis, por lo que se utiliza un derivado, con un PM de 20 kDaltons.
- Vitamina A se utiliza un derivado con gran efectividad, el Retinol, que es menos agresivo que el Ácido retinoico.
- CoQ10 se encuentra en concentraciones elevadas en la membrana de las mitocondrias. Con la edad, disminuye y se modifica la capacidad antioxidante de la piel. Actúa también a nivel del colágeno y de la elastina.
Para prevenir el fotoenvejecimiento y prevenir los radicales libres, utilizaremos antioxidantes como las vitaminas E y C, betacaroteno, que impiden la aparición de peróxidos o los neutralizan y, naturalmente los filtros solares de eficacia incuestionable.